El ejercicio terapéutico y/o la actividad física en el embarazo tienen efectos muy beneficiosos para la mujer gestante y para el bebé. Y es que se recomienda realizar ejercicio de forma regular durante el embarazo como un pilar fundamental para mantener un estado saludable ya que previene dolores músculo-esqueléticos, aumenta la ventilación alveolar, mejora la transferencia de gases a nivel tisular, mantiene la capacidad máxima aeróbica absoluta, promueve el crecimiento placentario y el desarrollo vascular, reduce el estrés oxidativo, mejora las respuestas inmunitarias e inflamatorias, además de ser un factor importante para el control del peso gestacional tanto en la madre y como en el bebé.
Y si antes del embarazo no se realizaba ejercicio, ¿es recomendable empezar en esta etapa? Por supuesto, el embarazo es un momento ideal para iniciar la actividad física, y los grandes beneficios para la salud de la madre y del bebé pueden ser la mejor motivación.
¿Cuáles son los beneficios para la mujer gestante?
- Regula la presión arterial.
- Reduce el riesgo de padecer diabetes gestacional y pre-eclampsia.
- Ayuda a reducir la 1ª etapa del parto y favorece los procesos del parto.
- Ayuda a reducir la tasa de cesáreas.
- Previene dolores músculo-esqueléticos.
- Ayuda a que el día a día sea más ameno.
- Controla la ganancia de peso gestacional.
- Mejora las capacidades metabólicas y cardio-pulmonares.
- Mantiene la condición física.
- Mejora la tolerancia a la ansiedad y la depresión.
¿Cuáles son los beneficios para el bebé?
- El desarrollo psicomotor es superior.
- Mejora la maduración nerviosa.
- Disminuye la frecuencia cardíaca fetal en reposo.
- Mejora de la viabilidad de la placenta.
- Aumenta los niveles de líquido amniótico.
- Mayores puntuaciones de Apgar al nacimiento.
- Mejora el desarrollo neurológico.
- Mejora la orientación y la capacidad para calmarse.
Sin duda, mantener una situación fitness durante el embarazo va a promover una buena y más rápida recuperación postparto.